El higo es un fruto típico del verano y del mes de septiembre, de la que existen muchas variedades, diferentes en forma y color.

Los higos, frutos de Ficus carica L., son importantes para la nutrición de niños y adultos, ya que son ricos en vitaminas, potasio, hierro y calcio y vitamina B6: 3 higos contienen 0,18 mg, equivalente al 9% del requerimiento diario; además también son ricos en vitaminas del grupo A, B1, B2, PP, C.

La higuera es un árbol de tronco corto y ramificado que puede alcanzar de 6 a 10 m de altura.

Su fruto es una gran infrutescencia carnosa rica en azúcares y varía en color de verde a rojizo, hasta azulado-púrpura.

Fruto hueco en el que se encierran las flores unisexuales de muy pequeñas dimensiones, los verdaderos frutos que se desarrollan en el interior de la inflorescencia denominada aquenios.

La pulpa que rodea los pequeños aquenios es suculenta y dulce.

Fruta particularmente dulce al paladar, rica en propiedades nutritivas, puede consumirse fresca cuando es temporada o seca el resto del año.

Los higos frescos aportan a nuestro organismo unas 50 calorías por cada 100 gramos, mientras que los higos secos aportan a nuestro organismo 249 calorías por cada 100 gramos de producto.

Los secos son más calóricos, ya que privados de agua tienen más concentrados los nutrientes (y por tanto también las calorías).

Los higos contienen enzimas digestivas que facilitan la asimilación de los alimentos y ejercen una acción cáustica y proteolítica en defensa de la piel.

El fruto tiene muchas aplicaciones: usado como compresa en abscesos e hinchazones inflamadas, contra granos, tiene la capacidad de ayudar con la inflamación urinaria y pulmonar, en caso de fiebre y gastritis.

Propiedades de los higos

  • Ricos en fibra: a menudo se recomiendan para quienes sufren de estreñimiento o problemas intestinales. Se consideran laxantes naturales como las ciruelas y los kiwis, muy efectivos sobre todo en ayunas.
  • Fuente de energía: ricos en azúcares, vitaminas y sales minerales, una excelente fuente de energía 100% natural.
  • Fuente de calcio: excelentes ayudantes para huesos y dientes, ricos en minerales.
  • Ricos en antioxidantes: ricos en polifenoles, antioxidantes naturales, ayudan a mantener jóvenes las células del organismo.
  • Ayudan a prevenir la presión arterial alta: los alimentos que combinan potasio, calcio y magnesio juntos y son bajos en sodio pueden ayudar a prevenir la presión arterial alta. Entre estos están los higos.
  • Aliados de la piel: tienen poder antiinflamatorio, por lo que tanto consumirlos como aplicarlos directamente sobre la piel pueden ayudar a solucionar problemas como el acné. El efecto laxante de estas frutas, entre otras cosas, puede ayudar al organismo a deshacerse de las toxinas acumuladas, posible motivo de la aparición del acné y otros problemas de la piel.
  • Ayudan al sistema inmunológico: ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes, ayudan al sistema inmunitario a realizar sus funciones protegiendo mejor a nuestro organismo de los agentes externos.
  • Mejoran la digestión: contienen prebióticos, es decir, sustancias de las que se alimentan las bacterias buenas que normalmente viven en nuestros intestinos. Cuando la flora bacteriana está equilibrada, beneficia no solo a nuestra digestión sino también a todo nuestro organismo.
  • Útiles para el control del azúcar en la sangre: incluso si son azucarados, la presencia de sales minerales como el potasio y el magnesio en los higos ayuda a mantener el azúcar en sangre bajo control. Especialmente las hojas de higuera pueden controlar los niveles altos de azúcar en la sangre después de las comidas.
  • Recomendados durante el embarazo: secos son un excelente snack durante los nueve meses de gestación, cuando aumenta la necesidad del organismo de vitaminas y sales minerales. En particular, la presencia de calcio en estas frutas ayuda a alcanzar el requerimiento diario útil para que el feto desarrolle correctamente la columna vertebral y los huesos.

Curiosidad sobre los higos

  • Para hindúes y budistas, los higos son el símbolo del conocimiento y la verdad.
  • Si te llaman sicofante, no te asustes, empieza por hacer un examen de conciencia. Los sicofantes (del griego sukon, «higo» y phainein, «indicar, mostrar») en la antigüedad eran los que denunciaban el robo de higos de los jardines sagrados. Hoy este término indica quién se comporta injustamente.
  • Plutarco (escritor, filósofo y sacerdote griego) afirmó que en la antigüedad la higuera tenía un valor sagrado y estaba ligada a los orígenes de Roma. En efecto, parece que el cesto que contenía a Rómulo y Remo no fue arrastrado por la corriente del Tíber que se había desbordado, sino que encalló milagrosamente en una ensenada fangosa, bajo una higuera silvestre: justo a la sombra de esta higuera, la loba alimentó a los gemelos, hijos de Marte y la Virgen Vestal. Los sacerdotes del dios cuidaron la planta, que se había vuelto sagrada.

Higos y belleza

Los higos se pueden utilizar para el cuidado del cuerpo y, en particular, para la belleza de la piel. Descubramos algunos secretos:

  • Máscara de higo

Las vitaminas y minerales contenidos en la pulpa son extremadamente beneficiosos cuando se aplican a la piel.

Emoliente, rico en antioxidantes, limpiador, el higo se puede aplicar en las manos y el rostro en forma de mascarilla de belleza.

Tome algunos higos maduros y macháquelos con un tenedor, incluida la cáscara.

Para obtener un producto emoliente y nutrir la piel, mezclar la pulpa con una cucharada de aceite de almendras dulces.

Aplicar sobre el rostro o las manos y dejar actuar durante unos 10 minutos, luego enjuagar.

Esta mascarilla es ideal para pieles secas.

Después de la exposición al sol, puedes calmar la piel y estimular la regeneración celular mezclando el puré de higos con dos cucharadas de aceite de oliva.

  • Exfoliante de higo

Las semillas y la pulpa son perfectas como exfoliante ligero para zonas delicadas del cuerpo como el cuello y el dorso de las manos.

Si quieres añadir una acción exfoliante al poder antioxidante del higo, basta con añadir una cucharada de azúcar, diluir con aceite de almendras o de oliva y frotar por todo el cuerpo.

Remedios antiguos

Existen varias prácticas relacionadas con la salud y el uso de los higos que datan de cientos de años:

  • el látex que produce la piel del higo cuando se desprende del árbol es bastante irritante y cáustico, tanto que el famoso «remedio de la abuela” lo utiliza para combatir verrugas y callos
  • el higo blanqueado y envuelto en una gasa se convierte en una compresa para combatir abscesos, hinchazón, inflamación
  • la decocción, en cambio, se utilizaba en la antigüedad para calmar la tos y los problemas de garganta.
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