Betacaroteno y pocas calorías, el otoño está lleno de alimentos saludables como la calabaza.
Dulce, sabroso, rico en fibra y con cualidades antioxidantes, es un excelente aliado dietético y amigo de nuestra piel. De color naranja como las hojas de otoño, es versátil y precioso en la cocina, porque se presta a muchos platos: risottos, pasta fresca, sopas, guarniciones, postres y bizcochos.
Pertenece a la familia de las cucurbitáceas, es muy rica en agua, estimada en torno al 94,5% y es un alimento bajo en calorías, de hecho contiene tan solo 18 Kcal por cada 100 gramos de producto. Además, su acción diurética y calmante es muy beneficiosa.
Por ejemplo, la pulpa se puede aplicar sobre la piel inflamada y las semillas, que contienen cucurbitina, sustancia que ayuda a prevenir patologías de las vías urinarias masculinas y femeninas, previene la cistitis.
Esta verdura tiene una larga tradición culinaria con recetas típicas en todas las cocinas del mundo.
Se puede preparar de muchas formas: hervida, asada, al vapor o en olla a presión, salteada, al horno y frita.
¿Una guarnición fácil, rápida y sabrosa?
Coge la calabaza, córtala en dados, añade un poco de aceite, sal, pimienta y romero y saltéala en una sartén como las patatas asadas más clásicas. Serán crujientes, sabrosos, pero más ligeros.
¿Una base ideal para postres?
Hierva la pulpa en una cacerola o cocínela en una sartén grande o use el microondas. Una vez cocida, quedará muy tierna, basta con mezclar durante cinco minutos o triturar con un tenedor para obtener una mezcla suave, que puede servir de base para que los dulces originales se enriquezcan según tus gustos.
¿Semillas o flores?
Son excelentes las semillas, que primero se salan y luego se secan o incluso se cocinan al horno para comer y las sabrosas «flores de calabacín», que se pueden freír y también rellenar con queso o saltear en una sartén.
La Calabaza fue importada a Europa desde América por los colonos españoles, la primera mención de esta hortaliza en nuestro continente data de 1536 y es el símbolo por excelencia de la fiesta de Halloween.
Leyendas oscuras, castillos antiguos y el festival de calabazas más grande del mundo, que tiene una duración de dos meses en Blühendes Barock.
Halloween en salsa alemana es espectral, pero sabroso: verduras, guisos, albóndigas y postres a base de calabaza en la mesa.
Alemania ha sido una apasionada de este festival desde principios de la década de 1990, y hoy en día se ha vuelto muy popular.
Halloween es el rito de origen celta, que precede al cristiano de Todos los Santos.
Se trata precisamente de la vigilia de Todos los Santos, que se celebra el 31 de octubre.
De hecho, el nombre Halloween deriva de la unión de las palabras All Hallow’s Eve (All Hallow Even), que traducidas del celta significan precisamente «La vigilia de Todos los Santos».
La Halloween Rue también tiene lugar en Berlín, una divertida carrera en la que compites vestido con ropa espeluznante, entre zombis, esqueletos y calabazas embrujadas.
Muchos disfrutan llenando sus jardines de grandes calabazas y tallando otras en la puerta de la casa.
La tradición de esta fiesta anglosajona está estrechamente relacionada a la leyenda de Jack O’Lantern, un notorio holgazán a quien el diablo le obsequió una marca, que le iluminaría el camino para ir al inframundo.
Jack, a su vez, colocó el trozo de madera quemada en un nabo vaciado de la pulpa, para que pudiera arder el mayor tiempo posible.
Por tanto, originalmente no era la calabaza la que simbolizaba Halloween por excelencia, sino el nabo.
Parece que el cambio de rumbo está ligado a un importante hecho histórico: la gran migración hacia el año 800 de los irlandeses de América al Nuevo Continente, que era rico en calabazas.
Migración provocada por la escasez de cultivos y en particular por la escasez de nabos.
Y así, cuenta la tradición, que la famosa lámpara de Jack se construyó con una calabaza naranja también con el objetivo de ahuyentar a los malos espíritus.
Luego hay quien lo relaciona con la fiesta en honor a Pomona, la diosa romana de las semillas y los frutos o incluso con la “fiesta de los muertos” conocida como Parentalia.
El disfraz y la mendicidad de puerta en puerta, que luego se convirtió en «truco o trato» o más bien «trick or treat» incluso es una costumbre que se remonta a la Edad Media, ligada a la petición de limosna en los días dedicados a los muertos.
Uno de los postres más queridos de la fiesta y extendido por todo el mundo es definitivamente el pumpkin cake, pastel de calabaza.
Receta pumpkin cake (molde de 22-24 cm)
Ingredientes:
- 500 g de calabaza
- 100 g de azúcar granulada
- 100 g de azúcar de caña
- 2 huevos
- 300 g de harina
- 1 taza de aceite de semilla
- 150 ml de leche
- 1 sobre de polvo de hornear
- una pizca de sal
- canela en polvo al gusto
- nuez moscada al gusto
Procedimiento:
Cortar la calabaza en cubos y hervirla en agua durante 20 minutos.
Una vez lista déjala enfriar y luego tritúrala hasta obtener un puré suave.
Batir los huevos con el azúcar, la canela y la nuez moscada hasta que estén espumosos, agregar el aceite y la leche, luego el puré y reservar.
Combine la harina, el polvo de hornear, la pizca de sal en un tazón y tamícelos en la mezcla.
Mezcla y cuando el compuesto esté suave, viértelo en la sartén.
Precalienta el horno a 170°, cocina durante unos 40-45 minutos y ¡Feliz Halloween!
Por último, quedémonos en la cocina, pero a preparar cosmética casera, como bonitas mascarillas de calabaza refrescantes e hidratantes para el rostro y los ojos, envolturas para el cabello o exfoliantes corporales suavizantes.
Mascarilla suavizante con calabaza y miel
Hervir y dejar enfriar la pulpa de calabaza. Tritúrala y mézclala con un poco de miel. Aplica la mezcla en tu rostro y déjala reposar por 10 minutos. Enjuaga con agua tibia y listo, tu piel estará más fresca y suave.
Exfoliante con calabaza y azúcar moreno
Mezclar bien 300 g de pulpa de calabaza y 50 g de azúcar moreno. Aplicar y masajear el exfoliante sobre el cuerpo y enjuagar. El compuesto es perfecto incluso en la ducha. La piel se sentirá más suave y tersa.
