Los guisantes son una planta trepadora anual. Botánicamente, las vainas de guisantes son frutos, ya que contienen semillas y se desarrollan a partir del ovario de una flor (de guisante). Se desconocen los progenitores silvestres del guisante y parece haber sido cultivado desde el Neolítico (7000 aC). Probablemente era nativo de las áreas al norte de la India.
Actualmente, los guisantes se cultivan ampliamente en Asia y los países mediterráneos.
Los guisantes se cultivan principalmente para el consumo humano, pero también se utilizan ampliamente como forraje para pastos.
Versátiles, fáciles de cocinar y llenos de sabor, los guisantes se encuentran en muchas recetas de todas las cocinas del mundo.
Excelentes como guarnición salteadas con un poco de mantequilla o en ensaladas con cereales como el arroz o el bulgur, son perfectas en verano para un plato frío, nutritivo y ligero a la vez.
No se tira nada del guisante, incluso la vaina tierna es comestible, sabrosa y llena de propiedades nutricionales. Para comer las vainas, blanquearlas unos minutos y luego cocinarlas como prefiera:
como salteadas con ajo, aceite y guindilla. Son excelentes como guarnición o para mezclar con pasta al dente.
Los guisantes son una buena fuente de vitaminas C y E, zinc y otros antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico. La alta concentración de vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes en los guisantes brinda importantes beneficios para la salud que van desde mantener la salud de los ojos hasta protegerlo contra ciertos cánceres. Otros nutrientes ayudan a reducir la inflamación y el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardíacas y artritis.