Ahora que llega el invierno, esta joya es una de las mejores formas que tenemos de proteger nuestro sistema inmune y, huelga decirlo, disfrutar de un sabor refrescante y especial.
Desde Meridia, productores de frutas y verduras con sede en Italia, vienen a hablarnos de las propiedades de la clementina y qué la hace diferente de la mandarina.
Propiedades de la Clementina
Lo primero que vamos a ver son algunas de las ventajas que nos ofrece esta fruta en invierno, y que la convierten en casi una medicina de la naturaleza:
- Alto contenido en Vitamina C: La clementina es muy rica en esta vitamina, y nos ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico en plena época de resfriados.
- Antioxidantes naturales: Los flavonoides y betacarotenos combaten el envejecimiento celular y el daño que causan los radicales libres.
- Fuente de fibra: Como pasa con muchas frutas, contiene abundante fibra dietética, que ayuda al tránsito intestinal.
- Bajo contenido calórico: La clementina tiene muy pocas calorías, ya que una gran parte de ella es básicamente agua. Una porción tiene menos de 40 kcal, por lo que es ideal si quieres llevar una dieta equilibrada, y funciona como un snack perfecto entre horas.
- Minerales esenciales: Contiene potasio, calcio y magnesio, minerales necesarios para mantener un buen equilibrio de electrolitos, regular nuestra presión arterial y mejorar la salud de huesos y músculos.
- Contienen ácido cítrico y citratos: Esto las hace muy valiosas a la hora de prevenir la aparición de piedras en el riñón.
Aquí puedes leer nuestro artículo sobre las propiedades de la coliflor.
Diferencias entre la Clementina y la Mandarina
Es fácil confundirlas porque son parecidas en tamaño, forma y color. Sin embargo, puedes fijarte en esto para diferenciar a la clementina de la mandarina:
- Sabor: La clementina es más dulce y menos ácida que la mandarina. Si te gustan los cítricos pero te molestan los sabores muy ácidos, es una opción perfecta para ti.
- Semillas: Otra característica distintiva es que apenas tienen semillas en su interior, por lo que es más fácil de masticar y tragar. La mandarina sí contiene semillas en su interior, que pueden ser de diferentes tamaños.
- Textura: La piel de la clementina es más fina y suave, y en definitiva, más sencilla de pelar. Las mandarinas, aunque fáciles de pelar, cuentan con cáscaras más gruesas y rugosas.
- Disponibilidad: Las dos frutas son propias de otoño e invierno, pero las clementinas están disponibles un poco antes, ya que se empiezan a recolectar en septiembre, y prácticamente empiezan a consumirse en octubre. En cambio, las mandarinas empiezan su temporada de consumo un mes más tarde, en noviembre.
Las propiedades nutricionales de la clementina, su dulce sabor y lo fácil que es comerse una pieza en cualquier momento, hacen de esta fruta una joya. Nos sirve como postre o incluso snack entre comidas para calmar el hambre, y además es un ingrediente muy especial en otros platos más elaborados, como salsas y tartas. Es una opción muy saludable, que nos protege de resfriados, y que contribuye a un estilo de vida saludable. No dejes de seguir nuestro blog para leer más noticias sobre frutas y verduras frescas y de temporada.