El programa «I love fruit and veg from Europe» redescubre los dulces tradicionales.
La historia.
El «Roscon de Reyes» es el postre típico de la Epifanía y remonta a una tradición que tiene sus raíces también en algunas zonas del norte de Italia y la Provenza: el Rey de la fiesta y el haba dentro del pastel.
Pero, ¿qué ocurre la noche del 5 al 6 de enero?
Los Reyes Magos van de casa en casa para dejar regalos para todos los niños.
Si bien en muchos países la carta se escribe a Papá Noel, los regalos se desenvuelven el 25 de diciembre y luego llega la Befana (la bruja buena).
Aquí nos dirigimos a Melchor, Gaspar y Baltasar y el día tan esperado por los pequeños es el 6 de enero, donde hay regalos y dulces a voluntad y se lleva a cabo una gran celebración familiar con muchos manjares.
Y luego, en lugar de leche y galletas, lo importante que se debe hacer por la noche es dejar agua y pan en el umbral de la ventana para los camellos.
Durante la fiesta no puede faltar en las mesas españolas el Roscón de Reyes, un pastel en forma de rosquilla decorado con frutas escarchada, almendras picadas y azúcar, relleno de nata montada o crema pastelera.
La particularidad.
El postre esconde en su interior dos sorpresas: una miniatura y un haba seca.
Todos se sientan alrededor de la mesa puesta, el roscón se corta en rodajas y se distribuye a cada comensal, que espera obtener la porción de la suerte, porque si la estatua se esconde en tu porción, serás elegido «el rey de la fiesta» con corona de papel y honores, pero si hay un haba en la ración, tendrás que pagar el costo de todo el roscón.
Además, según la tradición, quien obtenga la miniatura tendrá mucha suerte durante todo el año.
Los origenes.
El rito es pagano y se remonta a las fiestas invernales romanas, organizadas para elegir al rey de la fiesta.
También se dice que la tradición del Roscón de Reyes se transmitió primero en Francia, para más tarde llegar a la corte del rey Felipe V de España.
En aquella época, parece que quién encontrara el haba era nombrado rey por un día y podía dar órdenes a los ministros y aconsejar a los embajadores.
El pastel es muy esponjoso y delicado, se come sobretodo para desayunar, quizás acompañado de un vaso de leche o una taza de té.
La curiosidad.
En el mundo existen diferentes variantes del Roscòn de Reyes.
Por ejemplo, en el sur de Francia lo llaman “Gâteau des Rois”, y consiste en un delicioso pastel relleno de crema de almendras.
En cambio en México se respeta la tradición de introducir un muñeco de plástico en el pastel, representando al niño Jesús y quien se lo encuentra en su rodaja, tendrá la obligación de organizar una cena para el día de la Candelaria, que cae el 2 de febrero y para ofrecer a los invitados chocolate caliente y rollitos rellenos de frutas y verduras.
Y ahora solo queda preparar este delicioso postre.
Receta Roscòn de Reyes
Ingredientes
- 400 gramos Harina 00
- 350 gramos de harina de Manitoba
- 150 gramos de mantequilla
- 250 ml de leche
- 200 gramos de azúcar
- 4 huevos
- 2 yemas de huevo
- 30 gramos de levadura para hornear
- 3 cucharaditas de azahar
- 1 limón
- 3 naranjas
Para decorar
- Fruta escarchada
- Almendras
- Azúcares
Preparación
En un bol tamizar las harinas y en otro disuelvan la levadura en la leche tibia.
Añadan 150 g de harina, 1 cucharada de azúcar, mezclen y dejen reposar 15 minutos.
A continuación, unan las harinas restantes y añadan los huevos, la yema, el azúcar, el agua de azahar, la mantequilla derretida, la ralladura de un limón y una naranja y el jugo de una naranja.
Amasen con las manos durante unos 10-15 minutos hasta obtener una masa suave y elástica.
Cubran con un paño y dejen reposar durante dos horas en un lugar cálido y seco.
Pasado el tiempo de reposo, tomen la masa y hagan un cilindro largo, creen la forma de una rosquilla y coloquenla en una bandeja de horno cubierta con papel pergamino.
Asegúrense de que el orificio de la rosquilla sea lo suficientemente grande.
Cubran el Roscón de Reyes con un paño limpio y déjenlo reposar durante una hora.
Batan el huevo restante y úsenlo para pincelar la superficie de la rosquilla.
Decoren con fruta escarchada, almendras y unas rodajas de naranja.
Añadan un poco de azúcar e introduzcanla en el horno precalentado a 180 °C durante unos 25-30 minutos. Sirva tibio.
Federica Riccio